Os presentamos el segundo artículo que nos facilita el laboratorio de BiobookLab, para ir explicándonos poco a poco el “aspecto” genético de la Enfermedad Celíaca. Este artículo, se ha desarrollado a partir de las dudas que nuestros socios han enviado al correo electrónico de Madrid Sin Gluten tras leer el primer artículo que publicamos de este laboratorio y nosotros trasladamos a la directora técnica de Biobooklab.
Ana de la Encarnación Salmerón,
Directora técnica de Biobooklab
Autora de este artículo
CUESTIONARIO MADRID SIN GLUTEN
Como ya sabemos, la enfermedad celiaca es una patología inflamatoria del intestino con un componente autoinmune provocado por el consumo de gluten. Esta enfermedad tiene, además, un origen genético que predispone a una alta heredabilidad de la enfermedad. ¿qué significa esto? Pues que existen unos “genes” que se han visto asociados al desarrollo a la enfermedad celiaca y que, además, se pueden transmitir de generación en generación.
¿Cuánta población es portadora de estos «genes» que predisponen a desarrollar la enfermedad celíaca?
Entorno al 30% de la población tiene una predisposición genética a desarrollar la enfermedad celiaca. Esto es debido a que son portadores de algunas variantes de “genes” encargados de producir las moléculas que reconocerán el gluten como un agente extraño, provocando así una respuesta inmunológica que dañará la mucosa del intestino.
Estas moléculas se llaman HLA (del inglés human leucocyte autoinmune), se encuentran en nuestras células inmunológicas, y las producen los genes HLA-DQA1 y HLA-DQB1.
Es importante tener en cuenta que solo ciertas variantes de los genes HLA-DQA1 y HLA-DQB1 son los que predisponen en mayor o menor grado a la enfermedad celiaca.
¿Qué combinaciones de HLA-DQA1 y HLA-DQB1 generan más susceptibilidad de desarrollar la enfermedad?
Las combinaciones, llamadas haplotipos, que se han visto asociadas a la enfermedad celiaca son los llamados HLA DQ2 y HLA DQ8, que seguro que os resultan familiares. El 90% de los celiacos presenta HLA DQ2 y el 5% de los celiacos presentan HLA DQ8.
¿Da igual tener el HLA DQ2 o el HLA DQ8 para saber las probabilidades de llegar a desarrollar la Enfermedad Celíaca?
Dentro de los haplotipos HLA DQ2 y HLA DQ8 existen variantes genéticas que aumentan o disminuyen el riesgo a desarrollar la enfermedad celiaca. Por este motivo es muy importante conocer el “nombre” (haplotipo) de la combinación de HLA que tiene el paciente (HLA DQ2 y HLA DQ8), pero también “el apellido” de la combinación genética que le predispondrá a un mayor o menos riesgo (DQ2.”2”, DQ2.”5”, etc).
Os dejamos una imagen en la que podéis observar los haplotipos de HLA asociados a la celiaquía y el riego que confiere las distintas variantes de los genes HLA-DQA1 y HLA-DQB1.
*En rojo aparecen las variantes genéticas de HLA asociadas a celiaquía. Cada fila de HLA corresponde al 50% de cada padre.
Los números (05:01, 02:01, etc…) son las variantes genéticas de HLA-DQA1 y HLA-DQB1 que puede tener cada paciente y que forman los haplotipos DQs que aparecen a la izquierda de la tabla. En rojo he resaltado la variante de cada gen HLA que se ha visto asociado al riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca y que confirma el haplotipo DQ de riesgo.
Por otro lado, cada fila que aparece en las variantes de HLA corresponde al 50% que heredamos de cada padre. Por este motivo aparecen dos DQ2.5, podemos heredar las variantes de riesgo 05:01 y 02:01 de un mismo padre, o bien, cada variante de cada gen de un padre distinto y que el haplotipo de riesgo alto aparezca en la combinación del paciente.
¿Solo son DQ2 y DQ8 o hay más?
Hoy en día se sabe que los haplotipos HLA DQ2 y HLA DQ8 son los que confieren mayor riesgo a la enfermedad celiaca, pero como podemos ver en la tabla anterior existe un tipo de HLA DQ7 que supone un riesgo bajo al desarrollo de la patología, por lo que no se podría descartar.
Además, todavía hay un 1% de pacientes que no presentan ninguno de estos haplotipos HLA DQ2 y HLA DQ8, y que seguramente presenten otras u otros genes implicados en la celiaquía y que aún se desconocen.
¿Si se sigue ampliando el conocimiento de la genética relaciona con la enfermedad celiaca, convendría repetirse la analítica más adelante?
Si el paciente se ha realizado un estudio completo de las variantes de los genes HLA-DQA1 y HLA-DQB1 es para toda la vida, por lo que no sería necesario repetir el análisis genético. En caso de que se encontrara alguna variante más de HLA-DQA1 y HLA-DQB1 asociada a la celiaquía, con rescatar el informe genético sería suficiente para que el médico comprobase si portas la nueva variante.
Si es verdad que, si se descubriera la participación de algún otro gen en la enfermedad celiaca, en función del criterio del médico, habría que realizar un nuevo análisis genético de dicho gen.
¿Hay algo que provoque que la genética de tus progenitores se repita en ti, porque a veces sí y a veces no?
Como he dicho al principio, la enfermedad celiaca tiene una alta heredabilidad, esto es debido a que heredamos de nuestros padres la información que tienen en su ADN, el 50% del padre y el otro 50% de la madre. Si se da la situación de que el 50% que heredamos de cada uno es el que posee la variante que confiere el riesgo a desarrollar la enfermedad, heredamos ese riesgo. En cambio, si da la casualidad de que dentro de ese 50% no se encuentra la variante de riesgo, no desarrollaremos la enfermedad.
También puede ocurrir que unos padres sean portadores de alguna variante de bajo riesgo al desarrollo de la enfermedad y no la hayan desarrollado, y de repente el hijo es celiaco. Esto se debe a que en el 50% que ha heredado el hijo de cada padre estaban estas variantes y al combinarse en el hijo han formado una variante de alto riesgo.
La heredabilidad de la enfermedad celiaca hace importante el estudio de los genes HLA-DQA1 y HLA-DQB1 en todos los familiares de un paciente celiaco, ya que pueden ser portadores de alguna variante que confiera riesgo a desarrollar la patología.